La inauguración.

Pues mi idea era ir al Olympia park ver el partido Alemania - Costa Rica. Claro que como tenía la mañana libre, decidí darme mi vuelta por los museos, el centro de Munich y varias iglesisas que estoy feliz de haber conocido. Caminando por la calle habían grupos de aficionados con playeras de sus respectivos países. Tengo que decir que aparte de los alemanes -que lógicamente están por todos lados- los mexicanos somos muchísimos. Algunos cantan y usan sus matracas, sombrerotes y echan porras. Los demás sólo traen sus playeras verdes y están turisteando por ahí. De verdad, un montón.

Por supuesto que se me hizo tarde y al final el parque del Fan Fest se llenó demasiado y decidieron cerrarlo, justo cuando ya había pagado 2.20 euros de mi boleto del metro. Entonces acabé sentada en un Bire Garten, que es esta plaza donde hay mesas largas y todo el mundo toma cerveza. Había bastante gente, pero el ambiente... Digamos que estaban todos más clavados en la plática con el vecino y su siguiente tarro de cerveza que en el partido. Aunque eso sí, cada uno de los goles de Alemania fue un buen pretexto para celebrar y dirigirse al bar por más cerveza. El marido -que sí fue al estadio- dice que fue un encuentro increíble. Yo más bien pienso que no fue muy bueno que digamos. Al final fue divertido, pero las imágenes del Fan Fest (donde ponen las pantallas gigantes) se veían mucho más emocionantes.

En la calle había fiesta. Coches y camiones con banderas toque y toque el claxon hasta altas horas de la madrugada. Están felices...

Hoy nos vamos a Colonia, pero Roberto tiene que hacer una entrevista en la mañana, así que llegaremos de noche. Vamos a estar dos días.

Siento que se está pasando el tiempo rapidísimo. Quisiera ir más despacio y ver las cosas con más calma.